Querido hijo,
No te voy a engañar diciéndote que la vida será siempre miel sobre hojuelas, seguramente vivirás algunas desdichas y penas, te equivocarás algunas veces y probablemente te desilusionarán, pero sé que serás lo suficientemente fuerte para superar cada prueba que la vida te dará, te prometo amor mío, que en cambio vivirás un montón de aventuras, de momentos para recordar, cantarás, bailarás, y espero en el alma que tengas risas de más.
No tengo un manual que te diga como actuar, ni como se debe vivir, pero ten muy claro que para poder sentirte pleno, es necesario actuar con pasión, entregarte a tus sueños, vivir con emoción.
Por eso te pido, que no te limites, que no permitas que nadie te corte tus alas, que te impidan lograr tus sueños, que nadie te diga que no puedes hacerlo.
Espero que aprendas a confiar en tus convicciones, que nunca olvides los valores que te he inculcado, que nunca olvides como amar, que no ignores que la felicidad no puede estar basada en la desdicha de alguien más
Eres sin dudad mi persona favorita, mi persona especial, sé que no podré estar contigo siempre, a cada paso, pero por eso me empeño en hacer de ti una persona buena, una persona fuerte que sepa cómo luchar.
Para finalizar este pequeño texto, te daré un breve consejo.
Recuerda que eres tú el arquitecto de tus sueños, eres tú el único que decide como actuar y que tan lejos quieres llegar.
Pero por favor no tengas miedo y vive de verdad